Mi jornada siguió hasta la tarde pues debía cumplir con un grupo que no se le facilitaba llegar a ninguna otra parte, era La Cárcel Penitenciaria del Bosque, ubicada en el Barrio El Bosque, el cual es un sector de estrato bajo (0,1,2), este sitio es muy restringido y poco visitado, me encontraba en prácticas sociales ahí desde el mes de septiembre y se me ocurrió mediar el lugar, pues es muy importante unificar esos sitios que se encuentran alejados y subvalorados.
Entré al sitio, me hicieron la requisa, me pasaron el perro por debajo de una silla, dejé mi maletín, di mi cédula, me colocaron el sello del INPEC, fui al área de educación, me reporté con Gloria Prieto (coordinadora educativa), me acompañó a los patios y finalmente me reuní con los internos. Comencé explicándoles sobre el Salón Nacional, las curadurías, las propuestas, sobre ARCHIPELIA… y luego les indiqué que realizaran en las hojas de papel que les di, el muelle de Puerto Colombia, diciéndoles que debían unir los extremos de cada lado, los resultados fueron: un tranvía, un cable, una mujer que con sus piernas unía los dos lados, un grafitti… los internos manifestaron que habían cosas más importantes por recuperar y estabilizar, como el desempleo, la miseria, el hambre, la inseguridad y el bienestar de las familias, esto para ellos era mucho más relevante que desperdiciar el dinero en algo que ya tuvo su historia en una época determinada;uno de los internos dice: “Primero habría que acabar con la corrupción para poder invertir en el pueblo y sentir la patria, para así valorar el patrimonio histórico de la Nación”, “todo tiene su auge y su debido tiempo”, concluyen. Me despedí de ellos prometiéndoles que ARCHIPELIA y Stefany Castillo volverían para que conocieran más del arte y la cultura, salí cansada pero con las ganas de seguir llevándoles un mensaje a través de la expresión artística y de nuevo “les seguiré la Pista”.
