Puerto Colombia. Estación Ferrocarril. 14/Nov/10
La Estación Ferrocarril de Puerto Colombia, el día domingo a las 6 de la tarde estaba cerrada, pero eso no fue impedimento para hacer mediación, pues me fui a la plaza Cisneros, donde encontré un grupo de personas dispuestas a realizar el ejercicio de la propuesta Rastros de la curaduría Sonidos, Ecos y Silencios, de inmediato les di información sobre el Salón Nacional y comenzaron el ejercicio, que fue el más preciso pues el público era en su mayoría parientes de un señor que se llamaba Ebaristo González, quien según su hijo Eduardo, murió por una golpiza en una calle de Puerto Colombia, que al parecer, celadores del sector, al ver que era un indigente consumido en la droga lo mataron. Los nietos, esposa, yerna e hijo relataron ese episodio que se dio 15 días antes de la mediación (el 30 de octubre) a través de dibujos muy impactantes.
Otras historias, como la de una señora que hizo a su madre que murió de un derrame cerebral, un tío de una niña que murió arrollado por un automóvil en Venezuela, y un señor que recordó a su madre que murió por paro cardiaco, fueron muy enriquecedoras para mi trabajo y mi vida. Estos ejercicios se exhibieron luego en la plaza de Puerto Colombia como si fueran especie de un altar, así como lo propuso el artista Benjamín Daza en su obra. Terminé la mediación y los asistentes me dieron las gracias por haberlos hecho recordar a sus seres queridos, que por alguna circunstancia no están hoy con ellos, yo muy complacida con los resultados, cogí el bus de regreso a Barranquilla, a la espera de otra aventura.